La gran lección de los Pieles Rojas que no debemos olvidar jamás
El 22 de abril se celebra el Día de la Madre Tierra
El 22 de abril se celebra en todo el mundo el Día Internacional de la Madre Tierra con el objetivo de recordar que el planeta y la naturaleza nos dan la vida. Por ello es esencial alcanzar un justo equilibrio entre las necesidades económicas las sociales y las ambientales de las estas generaciones y las que nos sucederán. La esencia de esta importante fecha se resume en la carta del Jefe Seattle al presidente de los EEUU cuando les propusieron comprar sus tierras la gran lección de los Pieles Rojas que no debemos olvidar jamás.
La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció esta fecha en 2009 y desde ese año se conmemora este día mundial aunque es una cuestión que debemos considerar todo el año. Sin embargo ya en 1854 el Gran Jefe Noah Sealth conocido como Jefe Seattle advirtió del gran problema que supondría para la tierra el hombre blanco.
Noah Sealth era nativo americano ‘un salvaje’ como se autodenomina en la carta de forma sarcástica ya que conforme se avanza en la lectura queda patente quién es el sabio y quién el salvaje en esta historia.
Este escrito es considerado la declaración más hermosa y profunda que jamás se haya hecho sobre el medio ambiente. Una maravillosa carta a la tierra que nos conciencia de la importancia de celebrar este día todo el año y replantearnos nuestro modo de vida.
En ella el jefe de los indios Swaminsh Seattle se dirige al Presidente de los Estados Unidos de América Franklin Pierce respondiendo a la oferta de éste de comprar una gran extensión de tierras en la que vivían los indios.
En su exposición destaca el significado sagrado que tiene la tierra en que ha nacido y vivido su pueblo: los ríos el viento los animales la tierra misma difícilmente canjeable por dinero.
Deja patente la mentalidad del nativo americano que se considera vinculado a su madre tierra a sus antepasados y a su identidad en contraposición con la del ‘hombre blanco’ preocupado por dominar controlar y explotar su entorno.
«¿Cómo se puede comprar o vender el firmamento ni aún el calor de la tierra? Dicha idea nos es desconocida. Si no somos dueños de la frescura del aire ni del fulgor de las aguas ¿cómo podrán ustedes comprarlos? Cada parcela de esta tierra es sagrada para mi pueblo cada brillante mata de pino cada grano de arena en las playas cada gota de rocío en los bosques cada altozano y hasta el sonido de cada insecto es sagrado a la memoria y al pasado de mi pueblo».
«Nuestros muertos nunca pueden olvidar esta bondadosa tierra puesto que es la madre de los pieles rojas.».
«Somos parte de la tierra y asimismo ella es parte de nosotros».
«Si les vendemos nuestras tierras ustedes deben recordar y enseñarles a sus hijos que los ríos son nuestros hermanos y también lo son suyos y por lo tanto deben tratarlos con la misma dulzura con que se trata a un hermano».
«El hombre blanco trata a su madre la tierra y a su hermano el firmamento como objeto que se compran se explotan y se venden como ovejas o cuentas de colores. Su apetito devorará la tierra dejando atrás sólo un desierto.»
«No sé pero nuestro modo de vida es diferente al de ustedes. La sola vista de sus ciudades apena los ojos del piel roja. Pero quizás sea porque el piel roja es un salvaje y no comprende nada.»….
Más información sobre Noa y la carta íntegra preciosa de principio a fin aquí y para los peques en este enlace.
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