Los padres helicóptero son más comunes de lo que pensamos. Seguro que leyendo este artículo vas a verte reconocido en algunos aspectos o bien vas a ver reconocido a alguien de tu entorno.
La denominación original de este tipo de crianza proviene del inglés helicopter parenting y el propio término es descriptivo ya que sugiere unos padres que están sobrevolando al niño limitando su libertad de actuar y expresarse y continuamente vigilantes. Fue usado por primera vez por el Dr Haim Ginott en 1969 en su libro «Padres y adolescentes» para describir a padres que según sus propios hijos sobrevolaban sobre ellos como si fueran helicópteros.
Aunque la mayoría de las personas estarían de acuerdo en que una crianza demasiado sobre protectora no es beneficiosa lo cierto es que poner el límite entre proteger y sobre proteger no es tarea sencilla.
El principal problema de la sobre protección es que limita algo que no sólo es natural en los niños sino también necesario: la curiosidad por descubrir cosas por si mismos y la capacidad de resolver problemas. Si continuamente intervenimos como adulto en este proceso las consecuencias se harán notar en el futuro.
¿Cómo saber si soy un padre o madre helicóptero?
Estas son algunas señales que podrían decirte que eres un padre o madre helicóptero:
- Haces sus deberes del colegio o les resuelves pequeñas tareas para evitar que se frustren: acabas un proyecto terminas una ficha de cálculo o les ordenas la mochila cada día.
- Te mantienes cerca físicamente en todo momento: te quedas siempre en las fiestas de cumpleaños les acompañas a casa de su amigo aunque esté en la misma urbanización…
- Evitas que se equivoquen: no permitir que nuestros hijos tengan errores es una característica muy significativa de los padres helicóptero. Sin embargo aprender a afrontar los errores y aprender de ellos es una de las mejores habilidades que pueden desarrollar.
- Haces tareas domésticas para ellos aunque tengan edad de realizarlas por ellos mismos: ¿aún le haces la cama a tu hijo de 12 años o recoges los platos de la mesa? quizás es el momento de comenzar a encomendarles pequeñas tareas siempre adecuadas a su edad.
- Controlas excesivamente su seguridad cuando juegan: es normal que queramos proteger a nuestros hijos y que no se hagan daño pero si no les dejamos correr ciertos riesgos estaremos limitando su desarrollo.
- Resuelves sus conflictos: llamas a la madre del amigo con el que se ha peleado escribes a su profesora para justificar algo que podría hacer él mismo…
- Estás centrado en tus hijos y tomas muchas responsabilidades en lo que les sucede sobre todo en sus éxitos o fracasos.
Los efectos que pueden causar los padres helicóptero
Ser un padre involucrado con los asuntos de nuestros hijos no es malo y de hecho tiene beneficios y ventajas para nuestros hijos. La línea es fina y probablemente muchos de los padres helicópteros comenzaron siendo padres involucrados y sin darse cuenta traspasaron los límites.
Hay muchos posibles efectos negativos que este tipo de crianza puede provocar a nuestros hijos pero estos son los más importantes:
- Baja confianza y autoestima: el mensaje que los padres helicóptero continuamente trasladan a sus hijos es que necesitan ayuda para hacerlo todo y esto a largo plazo crea una baja confianza en ellos mismos y una baja autoestima.
- Baja tolerancia a la frustración: si evitamos el error continuamente (o incluso impedimos que se enfrenten a los problemas) el resultado es que nuestros hijos no aprenden a tolerar la frustración la pérdida o el fracaso.
- Despotismo o falta de empatía: los niños se acostumbran a que alguien se ocupe de todas sus cosas y por lo tanto crecen con la falsa creencia de que debe ser así. No es extraño que culpen a sus padres si se les olvidan los deberes por ejemplo al no darles responsabilidad sobre sus cosas tienden a pensar que otros están obligados a resolvérselas.
- Falta de desarrollo en algunos aspectos: en casos más extremos si los padres realizan todas las tareas por sus hijos llega un momento en el que encontramos adolescentes que no saben organizar sus agendas niños de más de 10 años que no se atan los cordones y otros casos similares.
Cómo dejar de ser un padre helicóptero
Si leyendo este artículo te has dado cuenta de que de alguna forma te estás convirtiendo en un padre helicóptero y has tomado conciencia sobre las posibles consecuencias negativas que tiene para tus hijos la siguiente pregunta será: ¿y ahora qué? ¿cómo puedo cambiarlo?
Lo primero que debes saber es que los cambios deben ser graduales ya que seguramente tus hijos llevan mucho tiempo acostumbrados a ciertos comportamientos. Puede que al darte cuenta quieras cambiar radicalmente pero es más práctico ir introduciendo pequeños cambios hasta que llegues al punto que deseas.
La clave para dejar de comportarse como un padre helicóptero es entender que no podemos evitar las dificultades a nuestros hijos. Deben esforzarse fallar decepcionarse. Y así aprenderán a sobreponerse a intentarlo de nuevo y a motivarse para conseguir lo que se propongan. No podemos evitarles ese proceso porque es el que les hace aprender y si no lo viven a largo plazo las dificultades serán mucho mayores de las que queremos ahorrarles.
Como padres y aunque es difícil los educadores nos recomiendan pensar tanto en las dificultades que enfrentan en el presente como en las dificultades que enfrentarán como adultos.