No se trata de un debate nuevo pero cada año cuando el curso escolar llega a su fin miles de padres se preguntan si sus hijos deben continuar haciendo deberes durante el verano o si por el contrario deben emplear su tiempo únicamente en jugar y divertirse.
¿Son beneficiosos los deberes en verano? ¿Se trata de un elemento esencial para que no olviden lo aprendido o puedan reforzar algunos conceptos que no hayan quedado del todo claros?
La opinión no es unánime pero vamos a intentar darte los argumentos de los partidarios y los detractores para que puedas tomar la decisión que creas más acertada.
Si hay algo en lo que todos los pedagogos y psicólogos parecen estar de acuerdo es en que las tareas de verano si las hubiera deben de ser personalizadas. La edad del alumno su contexto académico sus características personales deben ser tenidas en cuenta para realizar la elección adecuada.
Defensores de los deberes de verano
- Realizar algún tipo de tarea implica mantener una rutina y esto refuerza en los niños la responsabilidad la disciplina y la constancia valores que todos queremos para nuestros hijos.
- Se mantiene el hábito de estudio que se ha creado durante el curso.
- Refuerzan lo aprendido durante el curso escolar.
- Pueden suplir pequeñas carencias que tenga el alumno en un área concreta. En este aspecto hay que decir que algunos expertos reconocen que sin la ayuda de un profesor progresar en áreas en las que se tenga alguna dificultad no será fácil.
- El periodo vacacional de verano es muy largo en España por lo que es demasiado tiempo el que transcurre entre la finalización del curso escolar y el comienzo del siguiente.
Para los defensores de los deberes es fundamental que exista una buena comunicación entre el colegio y la familia. De esta manera las tareas a realizar serán ls adecuadas.
Y por supuesto el tiempo a dedicar debe ser adecuado a la edad del niño en ningún momento deben suponer una carga excesiva que les impida jugar relacionarse o simplemente aburrirse.
Detractores de los deberes en verano
- Si el niño/a se ha esforzado durante el curso el descanso se concibe como una merecida recompensa.
- Las obligaciones a veces consiguen el efecto contrario en este caso nuestros hijos pueden desmotivarse ante el estudio y el aprendizaje.
- El descanso y esparcimiento de los niños y niñas es un derecho recogido en el artículo 31 de la convención de los niños de UNICEF de1989. En concreto se dice que el niño tiene derecho al descanso al esparcimiento a las actividades recreativas que van de la mano con su edad además del derecho a participar libremente en la vida cultural y social.
- Los deberes en verano cuando se trata de reforzar alguna materia en la use tienen dificultades pueden ser percibidos como un castigo y esto tiene efectos negativos desde el punto de vista emocional.
- Las vacaciones deben ser para divertirse y por qué no aburrirse. Los deberes restan tiempo de ocio que tan necesario es para nuestros hijos y su desarrollo.
- Leer libros escribir un diario pintar inventar juegos… hay mil maneras en las que nuestros hijos pueden mantenerse activos y que según algunos expertos son aún más beneficiosas que los deberes escolares.
Cuando tenemos vacaciones en nuestro trabajo no nos llevamos tareas a casa esto debería ser igual para nuestros hijos piensan los detractores del verano.
Un punto intermedio: otra forma de aprender
Una postura intermedia consistiría en limitar los deberes a unos minutos diarios y solo en aquellos casos en que se vea necesario llegando a un consenso entre familia y colegio. Y también cabe la posibilidad de reservar un tiempo completamente libre de entre todos los días de vacaciones.
También hay que tener en cuenta que existen diferentes formas de aprender y que podemos aprovechar las vacaciones para actividades tan beneficiosas como leer visitar museos o ir al teatro.
Seguro que tendréis vuestra propia opinión sobre los deberes en vacaciones pero esperamos que todas estas reflexiones os hayan servido para comprender los pros y contras y tener una mejor información al respecto.