Consecuencias psicológicas de la pandemia en niños
Depresión irritabilidad apatía ansiedad adicción a la tablet o el móvil
Estos momentos de crisis sanitaria están pasando factura a muchas familias a nivel piscológico. Tanto los pequeños como los más mayores pueden sufrir secuelas o consecuencias debido al confinamiento y la posterior nueva normalidad: Depresión ansiedad adicción a la Tablet y al móvil
En el caso de los niños y adolescentes ellos no saben reconocerlo simplemente están tristes sin ganas de nada y en muchos casos metidos en su mundo de pantallas. Según un reciente informe de Save the Children hasta uno de cada cuatro niños sufre o ha sufrido ansiedad a causa del confinamiento y la posterior incertidumbre que atraviesa nuestra sociedad. Ya ha pasado un tiempo y algunos han recuperado su vitalidad y alegría pero otros en especial en edad adolescente o más pequeñitos todavía no son los de antes.
Los casos de niños y adolescentes que consultan por miedo trastornos del sueño ansiedad intensas y desproporcionadas rabietas han aumentando considerablemente.
Aun estamos observando el impacto que está dejando en la infancia.
Desde UNICEF han lanzado un interesantísimo informe sobre Salud Mental en niños y adolescentes que nos abre los ojos hacia una realidad muy frecuente. Siempre haciendo distinción en dos grupos:
Los que tienen y han vivido en un entorno amable y niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad por variadísimas razones.
Al margen de distinciones en el plano emocional el confinamiento puede producir estrés causado por un cambio tan fuerte en su entorno.
Y tras la cuarentena pueden manifestarse secuelas: a nivel emocional. algunos niños pueden experimentar más ansiedad miedo trastornos obsesivos o depresivos; en el plano de la conducta pueden volverse retadores tener pataletas auto aislarse o tener regresiones; por ejemplo si vuelven a hacerse pis en la cama cuando lo habían superado si no concilian bien el sueño tienen miedo pierden el apetito o tienen un hambre voraz o hacen llamadas de atención puede que sea el momento de pedir ayuda profesional.
Es cierto que los niños tienen una gran capacidad de adaptación a las nuevas situaciones sin embargo esta nueva realidad puede afectar emocionalmente tanto a adultos como pequeños y pasar inadvertida porque lo interiorizan como normal y no son conscientes de ello. Les preguntas y pueden incluso contestar que el confinamiento les gustó porque se han acostumbrado a una situación lo que no significa que estén bien si muestran irritabilidad cuadros leves o más agudos de sintomatología de ansiedad y depresión.
Síntomas
Dependiendo de la edad y el momento evolutivo del pequeño o adolescente estas nuevas circunstancias van a afectarle de manera distinta. A los mayores les afecta en una vida social que están comenzando. Los menores de 9 años no tienen tan desarrollado el sentimiento de pertenencia a un grupo por lo que pueden echar de menos a sus amigos y familiares pero sus necesidades estarán cubiertas en casa con sus padres y hermanos; pero a estas edades necesitan actividades que canalicen su energía como correr saltar
El estrés y el miedo pueden aparecer durante situaciones como la que vivimos y pueden manifestar mediante:
Aumento de pesadillas durante la noche.
problemas para conciliar el sueño.
Volver a tener escapes de pis al dormir enuresis.
Irritabilidad y enfado por todo.
Llorar por cualquier motivo.
Mostrarse triste o apático ante cualquier actividad.
Miedo a salir de casa a dormir solo etc.
Consejos
Hablar de manera clara y sencilla explicándole la situación buscando las palabras más adecuadas para su edad. Evitar la sobreinformación a la que los adultos están expuestos y responde a las dudas que les surjan.
Ayudar a entender sus emociones de las que probablemente no es consciente. Explicarle que es normal estar triste apático o sentir miedo
Si persiste el comportamiento y actitud extraña acudir a un profesional. Ellos lo agradecerán y puede que se abran más que con sus allegados.
Debemos tener en cuenta que pese a que los momentos más críticos parece han quedado atrás; en la actualidad el futuro es incierto y su mundo ha cambiado igual que el de los adultos. La distancia social las mascarillas el medio a los rebrotes Por ello es fundamental trasladarles seguridad a la par que cautela. No podemos seguir encerrados u obsesionarnos con la situación sanitaria.
Lo más importante es tener sentido común discernir lo que puede suponer un riesgo alto y relajarse disfrutar del aire libre de los amigos (en pequeños círculos mejor) de la familia de los paseos las excursiones a la naturaleza de una terraza un aperitivo
Los peques imitan comportamientos y actitudes son esponjas que absorben todo lo que ven y escuchan aunque muchas veces parezca que no. Por ello es importante transmitir buenas vibraciones un ambiente sano y estar pendiente de cualquier anomalía sin que se sientan agobiados. Intentando haciéndoles entender primero lo que les pasa y en segundo lugar que es normal y tiene solución.
Estas son las pautas de los expertos en torno a esta realidad que viven muchísimas familias.