¿Comete un delito el joven que mantiene una relación sexual con un menor de edad?
Debemos explicarles a nuestros hijos la situación con cierta seriedad. Pues existen condenas aun existiendo consentimiento por razón de la edad.
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Como madres y padres nos gustaría que nuestros hijos tuvieran sus primeras relaciones sexuales en la adolescencia con responsabilidad seguridad información y a poder elegir dentro de una relación afectiva que les haga felices pero desafortunadamente esto no siempre sucederá.
Es clave que los jóvenes tengan una educación sexual adecuada
Normalmente la falta de información en la educación sexual está condicionada por determinados factores que limitan la libertad sexual como la costumbre las religiones los miedos los prejuicios etcétera. En los casos en los que la información no sea completa los jóvenes -que no por no tenerla no tendrán relaciones sexuales- se encontrarán con problemas como la falta de confianza y seguridad podrán poner en riesgo su salud o la de los demás o verse afectados por un embarazo no deseado.
Es necesario explicarles cómo se utilizan los métodos anticonceptivos para protegerse a sí mismos y a los demás sin que hablar de ello suponga incentivarlos a practicar sexo. Igual que estudian cómo se hacen o nacen los niños a los doce años sin que tampoco ello suponga que se les incentive a ser padres o madres a esa edad.
La información siempre es un regalo y les permitirá sentirse más libres más seguros y más felices.
¿La educación de los menores está fallando?
Estamos constantemente recibiendo informaciones de los medios de comunicación sobre agresiones sexuales y abusos sexuales tanto de forma individual como colectiva a través de lo que se viene llamando las manadas grupos de jóvenes que aprovechándose de la situación de superioridad numérica abusan de la víctima que normalmente se encuentra en una situación de vulnerabilidad por el consumo de alcohol o drogas situaciones que indican claramente que está fallando la educación que reciben los niños que después como jóvenes se comportan como animales. Por responsabilidad como educadores hay que buscar posibles soluciones a este estrepitoso fracaso.
Los hombres y las mujeres en una sociedad mejor deben saber tratarse con respeto saber que éste es exigible recíprocamente y que la fuerza física no puede ser utilizada en detrimento de la libertad sexual de la mujer que debe ser protegida y respetada siempre y para ello deben recibir su educación sin machismo y con la sensibilización necesaria para reprobar estos comportamientos.
¿Qué sucede cuando no hay consentimiento en una relación sexual?
Distinguiremos legalmente dos supuestos bien distintos dentro de una relación sexual con consentimiento y sin consentimiento
Legalmente en nuestro país la edad del consentimiento sexual es de 14 años con consentimiento de los tutores legales y de 16 con pleno consentimiento del menor.
La relación de un mayor de edad con un menor de edad podrá ser considerada de violencia abuso o acoso por parte del individuo mayor de edad sin importar la existencia o no de cualquier tipo de violencia o abuso real. Estas situaciones obviamente tienen limitaciones según Doctrina de la Fiscalía General del Estado con la que se trata de evitar interpretaciones estrictas que castiguen las relaciones sexuales consentidas entre adolescentes o personas jóvenes entre las que no existan diferencias sustanciales en cuanto edad y madurez.
Dicha situación excluye la noción de abuso y se opta por un criterio mixto fundado en dos parámetros: uno cronológico (edad) y otro biopsicosocial (grado de desarrollo o madurez). Por este motivo debemos explicarles a nuestros hijos la situación con cierta seriedad. Pues existen condenas existiendo consentimiento por razón de la edad.
Por tanto solo el consentimiento libre del menor de dieciséis años excluirá la responsabilidad penal por los delitos contra menores previstos cuando el autor sea una persona próxima al menor por edad y grado de desarrollo o madurez.
Sin consentimiento no habrá duda de que existe delito que podrá a su vez distinguirse entre abuso o agresión.
El delito de abuso sexual recogido en el Código Penal dentro de los delitos contra la libertad e indemnidad sexuales (artículos 181 y siguientes del Código Penal) se prevé el castigo con pena de prisión de uno a tres años o multa de dieciocho a veinticuatro meses de quien sin violencia o intimidación y sin que medie consentimiento realizare actos que atenten contra la libertad o indemnidad sexual de otra persona. El que realizare actos de carácter sexual con un menor de dieciséis años será castigado con mayor pena.
Cuando los hechos se cometan empleando violencia o intimidación el responsable será castigado por el delito de agresión sexual a un menor con la pena de cinco a diez años de prisión. El acceso carnal en el abuso o agresión sexual a menores agrava la pena de prisión también existen agravantes según las circunstancias el escaso desarrollo intelectual o físico de la víctima o la edad cuando los hechos se cometan por la actuación conjunta de dos o más personas etcétera.
La diferencia fundamental entre el abuso sexual y la agresión sexual reside en la existencia de violencia o intimidación que se produce exclusivamente en la agresión sexual aunque ambas sean delito.
Sin perjuicio de los cambios que se puedan o deban realizarse en el Código Penal conforme lo exija la realidad social que es cambiante y dinámica nos gustaría resaltar el enorme papel que juega la educación como instrumento de prevención y erradicación de esta lacra social.
La prevención es la base para evitar los abusos
Apostamos por la prevención como una importante medida de lucha contra los abusos. Hay que invertir en programas educativos que expliquen cuales son las consecuencias de estos actos tanto en los autores como en la vida de las víctimas y sus familias en programas dirigidos con personal cualificado psicólogos terapeutas abogados y que expliquen a los jóvenes que tras el delito hay unas graves y duras consecuencias para las partes y que fomenten una mayor conciencia así como reproche social a estas injustas situaciones.
Desde las familias hay que resaltar y enfatizar los valores necesarios para garantizar el respeto y rechazar la violencia y el abuso para tratar de evitar aquéllos abusos que se cometan desde la irresponsabilidad la inmadurez las drogas y así luchar para conseguir una sociedad más sana en la que nuestros jóvenes conciban estos abusos como situaciones tan repulsivas odiosas y rechazables como las perciben las víctimas y sus familias.