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PsicologiaSalud

10 frases que nunca deberías decir a tus hijos

No les digas nunca estas frases negativas

Como padres todos queremos lo mejor para nuestros hijos pero qué duda cabe que educar no es fácil. Nadie tiene la fórmula infalible y cuando estamos cansados irritados o enfadados podemos llegar a decir cosas que dañen la autoestima de nuestros hijos o incluso que nos alejen de ellos. Otras veces simplemente decimos cosas que no pensamos que puedan resultar negativas para ellos y si lo son. Recuerda que las palabras que decimos a nuestros hijos tienen una gran influencia para ellos. Por eso hemos recopilado 15 frases que nunca deberías decir a tus hij@s.

Si te sientes identificado con alguna de ellas intenta no volver a decirla pero si lo has hecho no te culpes siempre puedes pedir disculpas y rectificar. Nadie es perfecto y con ello estarás dando una lección muy positiva a tus hijos. Recuerda que errores cometemos todos no se trata de sentirse mal por ello ya que como padres también podemos aprender a hacerlo mejor.

1 Deja de llorar

O «no seas llorica» «no seas bebé» «los niños no lloran» y otras similares. Esta frase es muy negativa porque invalida los sentimientos de nuestros hijos. Sin querer lo que le estás diciendo es que sus sentimientos no son importantes. Y si que lo son no solo los positivos también los más negativos como la tristeza el enfado o la frustración.

Cuando nuestros hijos están llorando lo primero que debemos hacer es empatizar con ellos y lo segundo ayudarles a que le pongan palabras a sus sentimientos. No es lo mismo llorar porque se han caído porque no encuentran un juguete o porque se han puesto tristes por algo que les ha dicho alguien.

2 Eres muy (cualquier etiqueta negativa)

Cuando decimos a nuestros hijos que son desordenados o que son vagos o cualquier otra etiqueta negativa les estamos encasillando en ese comportamiento. Es importante recordar que nuestros hijos confían completamente en nosotros y nos toman como referencia si les etiquetamos es más que probable que asuman esa cualidad negativa y se resignen a que realmente son así. Es mucho más positivo hablar de estados. Podemos hacer una tontería y no por ello somos tontos y podemos olvidar recoger algo y eso no nos convierte en desordenados.

3 ¿Por qué no eres como (un hermano un amigo…)?

Comparar siempre es una mala idea pero si además lo hacemos entre hermanos o amigos podemos hacer mucho daño a nuestros hijos. Cada persona es única y cada uno tenemos nuestras cualidades y nuestra evolución. Antes de decir algo así piensa si realmente es constructivo y va a servir para algo o simplemente va a hacerle sentir mal sin ningún propósito.

4 Ya no te quiero

O «si haces/no haces esto ya no voy a quererte». El amor es incondicional y si hay algo que deben tener claro nuestros hijos es que sus padres van a quererles siempre pase lo que pase. Condicionar el amor a una conducta es en realidad una técnica de manipulación que nunca deberíamos utilizar con nuestros hijos.

5 No me avergüences

O «como te portes mal te enteras» o «que no tenga que castigarte». Al decir esto a nuestro hijo lo que en realidad le estamos diciendo es que no confiamos en él o ella. Es mucho mejor explicarle bien qué esperamos que haga y siempre hablar en positivo y no en negativo.

6 Ya verás cuando llegue tu (padre/madre)

Con esta frase estamos amenazando a nuestros hijos lo cual ya resulta negativo por sí mismo pero es que además estamos otorgándole el «mando» a uno de los progenitores en detrimento del otro. Es una frase nociva que en ningún caso deberías utilizar. Aunque a veces nos desesperemos recuerda que siempre es mejor apelar a que nuestros hijos hagan las cosas por sí mismos que a una amenaza externa.

7 Me arrepiento de haberte tenido

Se trata de una frase muy hiriente que en ningún caso deberíamos decirle a nuestros hijos. Ellos necesitan confianza y amor de nuestra parte y decirles algo así aunque sea fruto de una discusión es algo que puede dejarles una huella emocional muy negativa.

8 Tú no puedes deja ya lo hago yo

Puede que a primera vista no parezca algo tan malo ya que se trata de ofrecer ayuda a nuestros hijos. Pero observa que comenzamos con: tú no puedes. Si es algo que puede hacer por sí solo ten paciencia y deja que lo intente aunque no le salga perfecto. Si ves que realmente necesita ayuda mejor plantearlo de otra manera que no mine su confianza como: «voy a ayudarte un poquito y la próxima vez verás como puedes tú solo».

9 Siempre y Nunca

Estas dos palabras son muy peligrosas: «siempre se te hace tarde» «nunca apagas la luz»… El problema es que estamos asentando y afirmando aspectos negativos. Al etiquetar estamos haciendo que nuestros hijos se crean que realmente siempre o nunca lo hacen. Como eso no es lo que queremos comencemos por cambiar nuestro lenguaje.

10 ¿Cómo puede darte miedo…?

El miedo es un sentimiento como cualquier otro. Si ridiculizamos a nuestro hijo estaremos haciéndole un flaco favor. Su miedo es real está ahí y existe. Con decirle algo así no vamos a conseguir que desaparezca y además estaremos dañando su capacidad para afrontar sus sentimientos de manera sana en un futuro.

Y si sientes que te quedas sin recursos a la hora de educar aquí tienes una ayuda: Cómo mejorar el comportamiento de los hijos en poco tiempo.

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